El corazón bombea casi 5 litros de sangre por el organismo por minuto. Incluso en reposo, el corazón late (se dilata y contrae) entre 60 y 80 veces por minuto. Estos latidos son provocados por impulsos eléctricos que se originan en el marcapasos natural del corazón, el nódulo sinusal o sinoauricular (nódulo SA). El nódulo SA es un grupo de células ubicadas en la parte superior de la cavidad superior derecha del corazón (la aurícula derecha).
Categorías de arritmias
Toda irregularidad en el ritmo natural del corazón se denomina «arritmia». Cualquiera puede sentir latidos irregulares o palpitaciones en algún momento de su vida, y estas palpitaciones leves e infrecuentes son inofensivas. Sin embargo, aproximadamente 4 millones de estadounidenses sufren de arritmias recurrentes y precisan atención médica.
Las arritmias pueden dividirse en dos categorías: ventriculares y supraventriculares. Las arritmias ventriculares se producen en las dos cavidades inferiores del corazón, denominadas «ventrículos». Las arritmias supraventriculares se producen en las estructuras que se encuentran encima de los ventrículos, principalmente las aurículas, que son las dos cavidades superiores del corazón.
Las arritmias también se definen según la velocidad de los latidos. La bradicardia es un pulso muy lento, es decir, una frecuencia cardíaca inferior a los 60 latidos por minuto. La taquicardia es un pulso muy rápido, es decir, una frecuencia cardíaca superior a los 100 latidos por minuto. El tipo más grave de arritmia es la fibrilación, que es cuando se producen latidos rápidos y no coordinados, que son contracciones de fibras musculares cardíacas individuales.
¿Qué es un bloqueo cardíaco?
Se produce un bloqueo cardíaco cuando la señal eléctrica del nódulo SA no puede llegar a las cavidades inferiores del corazón (los ventrículos).
¿Cuáles son las causas de las arritmias?
Existen diversos factores que pueden causar irregularidades de los latidos del corazón. En algunas personas, las arritmias son un defecto congénito, es decir que nacen con este problema. Algunas enfermedades, entre ellas ciertos tipos de enfermedades cardíacas, la presión arterial alta y la hemocromatosis (acumulación de hierro en el organismo), pueden contribuir a las arritmias. Además, el estrés, la cafeína, el tabaco, el alcohol y algunos medicamentos de venta libre para la tos y los catarros pueden afectar al ritmo natural de los latidos del corazón.
¿Cuáles son los síntomas?
La presencia o ausencia de síntomas y los tipos de síntomas específicos, dependen del estado del corazón y del tipo de arritmia. Los síntomas también dependen de la gravedad, frecuencia y duración de la arritmia. Algunas arritmias no producen síntomas de advertencia. Contra la creencia popular, las palpitaciones no siempre indican que la persona padece una arritmia.
Síntomas de bradicardia
- Sensación de cansancio, falta de aliento, mareo o debilidad.
Síntomas de taquicardia
- Un pulso fuerte en el cuello o latidos irregulares acelerados en el pecho.
- Malestar en el pecho, debilidad, falta de aliento, sudoración y mareo.
¿Cómo se diagnostica una arritmia?
Las arritmias pueden diagnosticarse utilizando las siguientes técnicas.
- El electrocardiograma (ECG) convencional es el estudio más eficaz para diagnosticar una arritmia. Permite analizar las corrientes eléctricas que produce el corazón y determinar el tipo de arritmia que padece el paciente.
- El estudio Holter ofrece una lectura continua de la frecuencia y el ritmo cardíaco durante un período de 24 horas (o más). El paciente lleva puesto un dispositivo de grabación (el monitor Holter), que se conecta a pequeños discos de metal denominados «electrodos» que se colocan sobre el pecho. Con ciertos tipos de monitores, el paciente puede pulsar un botón de grabación para registrar el ritmo del corazón en cuanto siente los síntomas. Luego los médicos pueden estudiar el registro impreso de la grabación para determinar la causa de la arritmia.
- El monitoreo transtelefónico registra los problemas que no siempre pueden detectarse en un espacio de 24 horas. Los dispositivos utilizados para este tipo de estudio son más pequeños que el monitor Holter. Uno de ellos es del tamaño de un beeper (buscapersonas) y otro se usa como un reloj de pulsera. Al igual que en el estudio Holter, el paciente lleva puesto el dispositivo de grabación. Cuando éste siente los síntomas de una arritmia, puede llamar por teléfono a una estación de monitoreo donde se registran los datos. Si el paciente no tiene acceso a un teléfono mientras siente los síntomas, puede activar la función de memoria del dispositivo. Más tarde puede enviar la información grabada a una estación de monitoreo utilizando un teléfono. Estos dispositivos también funcionan durante episodios de desmayo.
- Los estudios electrofisiológicos (EEF) generalmente se realizan en un laboratorio de cateterización cardíaca. Se introduce un tubo largo y delgado denominado «catéter» en una arteria de la pierna hasta llegar al corazón. El catéter capta los impulsos eléctricos del corazón permitiendo obtener un mapa de su sistema de conducción eléctrica. Este mapa permite determinar qué tipo de arritmia tiene el paciente y dónde se origina. Durante el estudio, los médicos pueden administrar impulsos eléctricos controlados para ver cómo reacciona el corazón. También pueden administrarse ciertos medicamentos para determinar cuáles logran eliminar la arritmia. Cuando se descubren las vías de conducción eléctrica que producen la arritmia, pueden enviarse ondas electromagnéticas a través del catéter para destruirlas. (Ver «ablación por radiofrecuencia» en la sección sobre el tratamiento, a continuación.)
- El examen sobre camilla reclinable es una manera de evaluar el ritmo cardíaco en casos de desmayo. Se trata de un examen no invasivo, es decir que los médicos no utilizan agujas ni catéteres. Se mide el pulso y la presión arterial del paciente mientras está acostado sobre una camilla en posición horizontal. A continuación, se inclina la camilla a 65 grados. El cambio del ángulo aumenta el esfuerzo de la zona del sistema nervioso encargada de mantener el pulso y la presión arterial. De esta manera, es posible determinar cómo responde el corazón en momentos de esfuerzo cuidadosamente controlados.
¿Cómo se trata la arritmia?
A menudo la primera medida que se toma para tratar la arritmia es la administración de medicamentos antiarrítmicos, tales como los digitálicos, los betabloqueadores y los bloqueadores de canales de calcio. Otros tratamientos incluyen las intervenciones transcatéter, los dispositivos implantables y la cirugía (en casos extremos).
- La taquicardia ventricular y la fibrilación ventricular pueden tratarse mediante la implantación de un cardiodesfibrilador, un dispositivo que administra impulsos eléctricos o, de ser necesario, una descarga, para restablecer el ritmo normal del corazón. El generador del aparato se implanta en un bolsillo debajo de la piel del pecho o del abdomen y se conecta a parches que se colocan sobre el corazón. Los dispositivos implantables más modernos se introducen por los vasos sanguíneos, sin necesidad de realizar una operación de tórax abierto.
- En algunos casos de frecuencia cardíaca baja, se utiliza un marcapaso electrónico. Más pequeño que una caja de fósforos, el marcapasos electrónico se implanta quirúrgicamente cerca de la clavícula, el hueso que se encuentra debajo del cuello. Las pilas del marcapasos suministran la energía eléctrica que actúa como el marcapasos natural del corazón.
- La ablación por radiofrecuencia es un procedimiento en el que se utiliza un catéter y un dispositivo que permite obtener un mapa de las vías de conducción eléctrica del corazón. Tras administrar un relajante al paciente, se introduce un catéter por una vena hasta llegar al corazón. Utilizando ondas electromagnéticas de alta frecuencia, los médicos pueden destruir (“ablacionar”) las vías de conducción responsables de la arritmia.
En algunos casos, estos tratamientos pueden no ser eficaces o apropiados y podría ser necesario realizar una intervención quirúrgica para destruir la zona donde se originan los latidos irregulares.
- La ablación quirúrgica es como la ablación por radiofrecuencia. Utilizando técnicas de cartografía por computadora, los cirujanos pueden descubrir las células donde se originan los latidos irregulares. A continuación, con una técnica denominada crioablación, pueden eliminar el tejido con una sonda fría y destruir las células defectuosas.
- La cirugía de Cox (técnica de laberinto) podría ser indicada en casos de fibrilación auricular que no responden a medicamentos, descargas eléctricas (tratamiento con cardioversión) o la ablación de las venas pulmonares (un procedimiento similar a la ablación por radiofrecuencia). Los cirujanos realizan varias incisiones en la aurícula para bloquear los impulsos eléctricos anormales que causan la fibrilación auricular.
- La resección ventricular permite que el cirujano extirpe la zona del músculo cardíaco donde se origina la arritmia.
En algunos casos, no se necesita tratamiento alguno y la mayoría de las personas que sufren de arritmia llevan una vida normal y activa. A menudo, ciertos cambios en el estilo de vida, como por ejemplo evitar la cafeína (en cosas tales como el café, el té, las bebidas gaseosas, el chocolate y algunos analgésicos de venta libre) o el alcohol, son suficientes para eliminar la arritmia.
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