La enfermedad arterial coronaria (EAC) afecta a más de 17 millones de estadounidenses, siendo por tanto el tipo más común de enfermedad cardiovascular. La causa más frecuente de la EAC es una enfermedad denominada «aterosclerosis» que se produce cuando se forma una sustancia cérea dentro de las arterias que riegan el corazón. Esta sustancia, denominada «placa», está compuesta de colesterol, compuestos grasos, calcio y una sustancia coagulante denominada «fibrina». A medida que se acumula la placa, la arteria se estrecha, dificultando el flujo de sangre al corazón.
A medida que aumenta el grado de obstrucción, se reduce el flujo de sangre al corazón y puede aparecer un síntoma denominado «angina de pecho». Los pacientes que sufren de angina de pecho a menudo dicen sentir una sensación de asfixia, o presión o ardor en el pecho. El dolor generalmente se produce cuando el corazón necesita un mayor aporte de sangre, como durante el ejercicio físico o en momentos de estrés emocional. Con el tiempo, la arteria parcial o totalmente obstruida puede ocasionar un ataque cardíaco.
Pueden emplearse varios medicamentos para aliviar el dolor de la angina de pecho ocasionada por la EAC. Sin embargo, como los medicamentos no pueden limpiar las arterias obstruidas, una arteria coronaria muy estrechada podría necesitar más tratamiento para reducir el riesgo de un ataque cardíaco. Una opción es realizar una intervención coronaria percutánea (ICP), tal como una angioplastia con balón o la colocación de un stent.
¿Qué es la angioplastia con balón?
La angioplastia, que abre las arterias estrechadas, es un procedimiento realizado por cardiólogos intervencionistas, utilizando un tubo largo y delgado denominado «catéter» que lleva un pequeño globo (o balón) en la punta. Los médicos inflan el globo en el lugar de la arteria donde se encuentra la obstrucción para comprimir la placa contra la pared arterial. La angioplastia también se denomina «angioplastia coronaria transluminal percutánea» (ACTP).
¿Qué es un stent?
El stent es una malla metálica de forma tubular. Cuando se implanta un stent dentro de una arteria coronaria, éste actúa como un soporte o armazón para mantener abierto el vaso sanguíneo. El stent, al mantener abierto el vaso, contribuye a mejorar el flujo de sangre al músculo cardíaco y a reducir el dolor de la angina de pecho. Los procedimientos de colocación de stent generalmente se realizan junto con una angioplastia con balón. Es más, alrededor del 80 por ciento de los pacientes que se someten a una angioplastia con balón también reciben un stent.
¿Qué puedo esperar durante una angioplastia con balón o un procedimiento de colocación de stent?
Los procedimientos se realizan en el laboratorio de cateterización cardíaca.
Generalmente se indica a los pacientes que no coman ni beban nada después de la medianoche anterior al procedimiento. Si es diabético, hable con el médico sobre su alimentación y dosis de insulina, porque ayunar puede afectar a los niveles de azúcar en sangre.
Hable con el médico sobre los medicamentos que esté tomando, ya que posiblemente le indique que los suspenda antes del procedimiento. Esto es especialmente importante si está tomando diluyentes de la sangre o agentes antiplaquetarios. Podría ser útil traer una lista de sus medicamentos, para que los médicos sepan exactamente qué está tomando y en qué dosis. Probablemente deba realizarse unos análisis de sangre, un electrocardiograma y una radiografía de tórax antes del procedimiento.
En el laboratorio de cateterización, verá pantallas de televisión, monitores cardíacos y monitores de presión. Lo acostarán sobre una camilla que generalmente se encuentra cerca de una máquina de rayos X.
Le colocarán sobre el pecho pequeños discos de metal denominados «electrodos». Estos electrodos tienen cables denominados «derivaciones» que se conectan a un electrocardiógrafo. Este aparato monitorizará su ritmo cardíaco durante el procedimiento.
Para prevenir las infecciones, se le afeitará y limpiará la zona donde se introducirá el catéter.
Se le introducirá en el brazo una aguja conectada a un tubo. Ésta es la vía intravenosa o IV. Se le administrará un sedante suave por la vía IV para relajarlo durante el procedimiento.
Se le inyectará un anestésico para entumecer la zona donde se introducirá el catéter. La punción posiblemente le duela un poco. Una vez que el anestésico haya entumecido la zona, le realizarán una pequeña incisión en la piel. Cuando los médicos vean la arteria en la cual se introducirá el catéter, utilizarán una aguja especial para penetrarla. El catéter se introduce típicamente en una arteria de la pierna, el brazo o la muñeca. Muchos médicos utilizan la arteria de la pierna; sin embargo, el acceso arterial radial (por la muñeca) es cada vez más común. No debe sentir dolor alguno durante esta parte del procedimiento.
El catéter se introduce cuidadosamente en la arteria hasta llegar al corazón. Los médicos emplean un monitor de video (parecido a una pantalla de televisión) para ver el proceso. Cuando el catéter llega a la arteria obstruida, se inyecta un colorante inocuo (un medio de contraste) y los médicos obtienen una imagen de las arterias coronarias (lo que se denomina «angiograma coronario»). El angiograma permite ver el tamaño y la ubicación de la obstrucción.
Una vez que los médicos conocen la ubicación exacta de la obstrucción, introducen lo que se denomina un «alambre guía» por la misma arteria de la pierna y lo avanzan hasta cruzar la obstrucción. Luego, se pasa el catéter con el globo por encima de este alambre guía y se avanza hasta llegar al lugar de la obstrucción, donde se infla el globo. A medida que el globo se dilata, presiona contra la placa de ateroma, comprimiéndola contra la pared arterial. Luego se desinfla el globo. Los médicos pueden inflar y desinflar el globo varias veces. A continuación, se retiran el catéter, el alambre guía y el globo desinflado.
Si los médicos desean colocar un stent dentro de la arteria, éste se coloca en el extremo del catéter, por encima del globo. Cuando el catéter llega al lugar de la obstrucción, se infla el globo, lo cual hace que el stent se abra. Una vez abierto el stent, se desinfla el globo y se retiran el catéter, el alambre guía y el globo desinflado, dejando el stent en su lugar para mantener abierta la arteria.
Al finalizar la intervención, se presionará firmemente sobre el sitio donde se introdujo el catéter a fin de detener toda posible pérdida de sangre, y se colocará una venda.
El procedimiento generalmente toma alrededor de una hora y media a dos horas y media, y la mayoría de los pacientes deben pasar la noche en el hospital. Es posible que sienta algo de sueño hasta que desaparezcan los efectos del sedante. El personal de enfermería lo vigilará durante la noche para asegurarse de que la frecuencia cardíaca y la presión arterial sean normales.
¿Qué sucede después del procedimiento?
Después de marcharse del hospital, asegúrese de beber muchos líquidos, y no conduzca, no se bañe ni fume durante uno o dos días después del procedimiento. Además, no permanezca parado ni camine mucho durante al menos los dos días siguientes al procedimiento. Si recibió un stent, no debe hacer ejercicio físico intenso durante 30 días.
Si fue sometido a una angioplastia con o sin la colocación de stents, deberá tomar aspirina todos los días, el resto de su vida. Si se le colocó un stent, deberá tomar un diluyente de la sangre o un antiplaquetario durante por lo menos un año. El médico le indicará cómo y cuándo tomar estos medicamentos.
Alrededor de un 35 a un 40 por ciento de los pacientes que se someten a una angioplastia con balón corren el riesgo de sufrir obstrucciones adicionales en la zona tratada. Esto se denomina «reestenosis». La reestenosis normalmente se produce dentro de los seis meses siguientes a la realización de una angioplastia con balón. Las arterias en las que se han colocado stents también pueden volver a cerrarse. Se produce reestenosis en alrededor del 20 por ciento de los pacientes con stents. De producirse una reestenosis, posiblemente deba realizarse otra angioplastia con balón o procedimiento de colocación de stent.
¿Puede prevenirse la reestenosis?
Los médicos tratan continuamente de encontrar nuevas maneras de evitar que las arterias vuelvan a cerrarse tras una angioplastia o la colocación de un stent. En años recientes, los médicos han empleado nuevos tipos de stents. Algunos de ellos están recubiertos de medicamentos que reducen la posibilidad de que el vaso sanguíneo se cierre nuevamente. Estos stents recubiertos liberan lentamente el medicamento en el tejido circundante, lo cual retarda o detiene el proceso de reestenosis. Los stents recubiertos parecen ser prometedores en lo que respecta a mejorar el éxito de este procedimiento a largo plazo.
Los investigadores también están diseñando stents más pequeños y stents hechos a medida, que pueden introducirse en vasos sanguíneos más pequeños. También están diseñando stents para vasos sanguíneos que tienen muchas obstrucciones, incluso vasos sanguíneos con ramificaciones. Otros stents se están recubriendo con diluyentes de la sangre para evitar la formación de coágulos sanguíneos dentro del stent. Más recientemente, los investigadores han comenzado a desarrollar stents no metálicos que con el tiempo se disolverán en la arteria. Estos stents abren la arteria, dando los mismos resultados que los stents de metal no recubierto, pero reducen el riesgo de reestenosis porque no permanecen en la arteria.
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