La Muerte Súbita Cardíaca (MSC) es un problema de salud pública de gran relevancia a nivel nacional, que requiere un abordaje integral y multidisciplinario y que la población debe aprender a diferenciar de un infarto.
La MSC representa la mitad de todas las muertes por problemas cardíacos y es un desafío significativo para los cardiólogos, genetistas y otros especialistas. “Nuestro país enfrenta el reto de crear conciencia sobre este problema, identificar los grupos de población en riesgo y establecer estadísticas precisas para actuar y prevenir. En los países nórdicos han logrado rescatar hasta un 30% de estos casos mediante zonas de rescate cardio protegidas. Este es un objetivo que debemos perseguir”, comenta la doctora Vivien Araya Gómez, cardióloga especializada en electrofisiología.
Araya enfatizó la importancia de diferenciar entre un infarto y una MSC. “El infarto ocurre cuando una arteria coronaria se obstruye, causando un dolor característico en el pecho, mientras que la MSC es una arritmia severa que paraliza el corazón en minutos. La persona no siente dolor, simplemente colapsa. Esto se debe a una falla eléctrica del corazón, y es crucial actuar rápidamente para revertirla”.
Por su parte, el doctor forense Lawrence Chacón Barquero indicó que este no es un problema que pueda ser tratado por una sola especialidad médica, sino que involucra la coordinación de varias instituciones y especialidades para su prevención y manejo.
“En la patología forense observamos la fase final de este problema: la muerte de una persona cuya enfermedad era desconocida y que falleció súbitamente. Nuestro trabajo es diagnosticar específicamente la causa de esta muerte. Sin embargo, es posible prevenir muchas de estas muertes mediante el trabajo coordinado de diferentes áreas de la medicina, incluyendo cardiología y genétic”, explicó.
La prevención de la MSC no se limita a la medicina. También implica la protección de lugares públicos, especialmente aquellos con mayor riesgo, como instalaciones deportivas y espacios con grandes conglomeraciones de personas. La correcta ubicación de desfibriladores externos automáticos es esencial para prevenir y actuar con rapidez cuando se presentan este tipo de episodios.
La doctora Gabriela Castillo, cardióloga clínica, destacó la importancia de la educación y organización comunitaria para mejorar la sobrevida de los pacientes con MSC. “La formación en técnicas de RCP y la disponibilidad de desfibriladores son clave. Además, necesitamos registros nacionales para saber dónde ocurren estos eventos y cuáles son las poblaciones más en riesgo”, afirmó.
Medidas para Mejorar la Supervivencia
Dentro de las medidas para mejorar la supervivencia de esta clase de pacientes se encuentran:
- Formación de la población general en técnicas de soporte vital básico.
- Implementación de la asistencia telefónica para la primera atención a la parada cardíaca desde los servicios de emergencias.
- Instalación de desfibriladores en lugares públicos.
- Aplicación de nuevas tecnologías en la atención a la parada cardíaca.
- Disposición de registros públicos de muerte súbita.
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